Es bien sabido por todo el mundo, en
especial por el género masculino, el cual suele sufrir las consecuencias y
además, que es una verdad como un templo, que la mayoría de las mujeres (y en
esto me incluyo), tardamos muchííííísimo en arreglarnos...
No estoy diciendo que todas seamos
impuntuales, es más, la mayoría no lo es, (y en esto me excluyo ¬¬´) a lo que me
refiero, es al tiempo invertido en arreglarnos, y si no os habéis parado a
pensar en ello, es porque aun ni sois conscientes de lo mucho que tardamos.
Hay cantidad de cosas que ralentizan el
proceso de arreglarnos, el peinado, maquillaje, si sois como yo de las que se
pone música y pierde el tiempo cantando y postureando frente al espejo, si
añadimos selfies varias y no contentas con ello decidimos subirlas a Instagram,
etc, etc, etc...
Pero sin duda, el rey del retraso es “La
elección del modelito”, con el correspondiente punto decisivo de responder a la
gran pregunta: ¿qué me pongo? (FAN, FAN, FAAAN).
Ay por favor... lo primero es la
visualización al completo en tu cerebro de tu armario, y ahora es cuando surgen
los problemas:
1.
“Visualización” de lo que te
gustaría ponerte. Con suerte, 1 de cada 10.000 veces, encaja a la
perfección tu foto mental con el resultado al probarte lo primero que habías
elegido, y te queda bien, bueno bien no, fabuloso, porque si no pasaría al
montón de los “no sé quizás otro día” y seguirías probándote.
2.
Si
ocurre que te queda como si te hubieses vestido a oscuras con la ropa de otra
persona y/o animal, que es lo que suele ocurrir, entonces partimos de cero y empiezas a probarte otros
modelos, lo que nos lleva a otras dos posibles respuestas:
a)
Tiras
de “más vale malo conocido...” y repites
uno de los trajecitos standard que estas “jartita” de llevar y que sabes que
bueno, no va a ser un ¡walaaa! Pero sabes que te queda bien, y bien acaba lo
que conocido empieza.
b) O decides
arriesgar y sacar los famosos “Imposibles
de tu armario” constituidos por esa prenda, o peor prendas en plural, que
jamás te pones porque no tienes nada con la que combinarla, y cuando digo nada,
es NADA, preguntándote una y otra vez por qué coño te la compraste. Aquí también
entra la que siempre te queda mal, y vuelves a preguntarte qué te habías tomado
el día que te la probaste y no sólo decidiste en el probador que era genial,
cosa que ahora no entiendes, sino que vas y te la compras (aquí
el precio influye, nos cuesta resistirnos a los 9´99€).
Y
por último están esas prendas que en algún momento de tu vida PASADA te
quedaron muy bien, o que las asocias a una noche genial o “momentazo” especial
y que querida mía, no se va a repetir porfavor...
Sabes
que esas prendas no te quedan bien, como diría una amiga, son como “un mohón
colgado de una tiranta”.
3.
Total
que volvemos a estar como al principio llegando al fatídico “No tengo nada que ponerme”, caos,
llanto, arrebatos de “paso no voy...” o whatsapp de turno “llegaré más tarde
porque me ha surgido un problema”.
Cuando
ocurre tooodo este larguísimo proceso de desesperación, al final vuelves con el
rabo entre las piernas y no de una forma divertida, sin muchos ánimos al
apartado 2. a) poniéndote algo que ya te has puesto un sinfín de veces y que
sabes que terminarás dándole tu toque, porque pase lo que pase terminas divina.
Y 4. Sí,
hay una cuarta que solucionaría todo este lío, que de vez en cuando, sobre todo
si te compras ropita nueva (asegúrate que la puedes combinar y que te queda
bien) debemos “hacer limpieza”.
Si
te haces preguntas tales como ¿esa blusa aun la tengo?, o ¿dónde estaba aquel
vestido de las florecitas?, es porque sabes que la última limpieza, la hiciste
allá por los años que aun empezaban por 1900 y ya va tocando bonita.
Lo
sé que siempre sacamos motivos por los que no hacer limpieza de verdad en
nuestro armario. Por ejemplo porque para nada es tan divertido como desalojar
el fantástico vestidor de Carrie Bradshaw con champagne y tres amigas (que eso
son tres pares de manos más) en la famosa peli (basada en la imprescindible serie del mismo nombre) Sexo en Nueva York. Porque somos
incapaces de tirar esos pantalones que ya no nos cierran, ya que conservándolos
también guardamos nuestra esperanza de adelgazar.
En fin... deja las excusas tales como: “esto
volverá a llevarse, porque las Modas siempre vuelven” A lo que yo respondo,
querida amiga, hay clásicos como un bonito vestido que te queda hiper-bien y
por el que los años no pasan, que terminarán convirtiéndose en una prenda
“Vintage” término que está ahora tan de moda. Pero el resto de cosas que hace
cien años que no te pones y que sabes que nunca te vas a poner, hazme un favor
y háztelo a ti misma, di unas palabras, suelta una lágrima si eres una amante
del drama, pero por favor métela en la bolsa de donar o tirar, si sabes que no
tiene por donde cogerla.
Así que amigos, por esto y muchísimo más
tardamos que te quieres morir en arreglarnos, para luego salir pisando fuerte
sobre unos taconazos, que aunque los repitas, ya sabes que no te van a doler ;)
Bss de color Violeta...
Como notario doy fe que tardáis muchísimo pero la espera merece la pena veros vestidas y guapisimas, radiante como el sol.
ResponderEliminarJajajjajaja me encanta! Mejor llegar tarde..que fea..! Jajajja
ResponderEliminarTengo el armario lleno de "nada que ponerme" :-)
ResponderEliminarUn besito rebonica
Que bien me has descrito, jajaja. Eso sí, yo siempre puntual, así que puedes imaginar cuanto tiempo antes empiezo con todo el proceso, jajaja.
ResponderEliminarMe gusta tu blog, así que ya te sigo. Te invito que pases por el mio. Saludos y nos leemos!!
Si nosotras mismas escribimos estas cosas, no podremos pedir después que nos respeten.
ResponderEliminarLo siento bonita, pero me parece lamentable.
Te dejo un beso.
Todas las opiniones son respetables, pero porfavor... creo que te confundes, ¿qué tiene que ver aqui el respeto entre personas?
ResponderEliminarEs una entrada en clave de humor sin ofensa de ningún tipo, es una sátira, no hay que buscar reivindicación en todo.
Y gracias por lo de bonita, que todas sabemos entender lo que leemos a nuestro antojo.
Bss de color Violeta...
Te he dejado mi opinión pero si te molesta la borro, sin problemas, o tienes mi permiso para kitarla.
ResponderEliminarMi Blog no tiene censura, puede comentar quien quiera y todas las opiniones son libres y bienvenidas.
ResponderEliminarBss de color Violeta...
jajajajaja, me reconozco a medias. No tardo tanto en arreglarme, pero sí es verdad que a veces cuaquier prenda del pasado me parece mejor, y bueno, se me ponen los pelos como escarpias de pensar en ordenar los armarios con cada cambio de estación... XD Un besote!
ResponderEliminarBueno, yo ya con mi edad, voy a lo seguro y a lo que me sienta bien, sin inobar mucho. a no ser que me compre algo nuevo... entonces cambia la cosa.
ResponderEliminarpero si, cuando eres mas joven, sales de fiesta y quieres ligar, el que te pones es toda una odisea.
un saludo, me quedo por aqui
Sara - cadena de comentarios
Ya me tienes aquí. Un abrazo.
ResponderEliminar¡Qué cariño le tomamos a alguna prenda y cómo nos cuesta desprendernos de ella! Yo soy de las que aun me pongo prendas de hace 10 años, intentando combinarlas con ropa actual. Para facilitar la tarea separarnos para siempre de nuestra amada ropa, la cuelgo con las perchas del revés, y si pasadas una o dos temporadas siguen colgadas de la misma forma es que ha llegado la hora de llevarlas al contenedor.
ResponderEliminar¡¡¡Qué Buena Idea!!! ¿Veis? por eso me gusta tanto que comentéis, porque podemos aprender un sin fin de trucos, entre muchas otras cosas claro está.
EliminarAsí que voy a probar tu técnica y a aprovechar el cambio de armario para ponerlas del revés, me parece genial.
Bss de color Violeta...